La idea era elaborar en colaboración con dos especialistas en seguridad, los doctores Alejandro Poquet y Alejandro Salomón, más la del Comisario del distrito Miguel Ángel Luna, una estrategia comunitaria para evaluar posibles soluciones para algunos problemas surgidos últimamente en nuestro distrito.
Pero también la intención de la reunión implicaba una invitación a construir entre todos un plan de acción -en el que cada actor social cumpla y se comprometa con su función- que tienda a alcanzar en el tiempo un estado óptimo de tranquilidad y seguridad, las que hacen a nuestra calidad de vida.
Luego de escuchar a los vecinos, a los jefes policiales y a funcionarios municipales, los entendidos dieron su opinión y propuesta para trabajar juntos, comunidad e instituciones, por un objetivo común:
Para ello se está conformando un equipo de trabajo, al que puede unirse todo aquél interesado en el tema, dejando su nombre y correo electrónico en el kiosco de diarios, frente a la plaza.
Palabra de entendidos
Dijo Salomón:
En los momentos en que situaciones de inseguridad tienden a profundizarse en una determinada comunidad, como ha sucedido en los últimos meses en Chacras de Coria, la tendencia generalizada que suele aparecer es la de enfrentar la problemática con un único instrumento: el sistema penal a través del brazo policial. Cuando se llega a este nivel, es cuando ya se está en el peor momento del problema.
Lo distintivo de la reunión mantenida el día 2 de junio en el ámbito de la Unión Vecinal de Chacras, fue empezar a pensar el problema desde otras instancias. Existen al menos otros cuatro niveles a explorar que nos pueden dar respuestas a los conflictos que se presentan en materia de inseguridad: apoyo desde los diferentes niveles del Estado a las instancias sociales que pueden intervenir en forma más directa y eficiente; buscar modelos de referencia o liderazgos que permitan intervenir; explorar alternativas de conciliación entre los miembros de la comunidad que participan del conflicto; y/o búsqueda de profesionales capacitados en procesos de mediación.
Todas estas alternativas, generalmente no utilizadas, requieren de un protagonista fundamental: la propia participación de los miembros de la comunidad. Pero estos mecanismos no deben, ni pueden significar que el Estado, en cualquiera de sus niveles, se desentienda de los problemas. El Estado debe seguir estando presente, pero en forma inteligente, articulando todas sus agencias -policía, municipios, desarrollo humano, deporte, etc.-, apoyando las iniciativas y acciones de la comunidad, y no ahogando su participación.
Ex subsecretario de Seguridad. Profesor del Instituto de Seguridad
Dijo Poquet:
“Los vecinos deben tener un objetivo claro: convertirse en una verdadera comunidad con un sentido de pertenencia colectivo. En un plan de seguridad o de prevención del delito este objetivo es lo único que el vecino puede controlar totalmente, el único que depende exclusivamente de su voluntad; en cambio gravitan muchos factores en la calidad del servicio que debe prestar la policía, el poder judicial, los legisladores y el gobierno. Ahora bien, hay que tener en cuenta que una comunidad democrática no significa que todos tienen que pensar lo mismo o tener los mismos intereses. Por el contrario, el desafío es consolidar esa comunidad con todos los grupos sociales que la conforman, cualquiera sea la posición económica, edad, ideología, etc. De acá surge el concepto y el desafío de integración: es necesario que la mayor parte de los vecinos formen parte activamente de los foros o asambleas, porque la primera fuente de información sobre los problemas que afectan a una comunidad son los propios habitantes, entonces mientras más se suman a las reuniones barriales o más aportan sus diferentes visiones, los problemas de esa comunidad estarán definidos de una manera más completa y precisa. Una vez que se cuenta con las prioridades de los problemas (legitimadas por una amplia participación previa), es necesario “cruzar” esos problemas con los recursos materiales e institucionales con los que cuenta esa comunidad, los cuales también deben ser debidamente diagnosticados, para conocer su número y posibilidades según el área. Me refiero a clubes deportivos, colegios, iglesia, centros de salud, dependencias municipales, comisaría.
Ex Subsecretario de Justicia, Jefe de Gabinete de la Secretaría de Política Criminal del Ministerio de Justicia de la Nación y Coordinador para Mendoza del Plan Nacional de Prevención del delito. Profesor titular de Derecho Penal de la Universidad de Congreso