Y llegamos a los Cien

El camino no siempre fue fácil. En algunas ocasiones salir a la calle fue una decisión difícil de tomar. Pero como el compromiso con nuestra comunidad, destinataria y protagonista de nuestro quehacer, es más fuerte, teníamos la responsabilidad de no faltar a la cita. Así, contra viento y marea, sacábamos una nueva edición, mes a mes, y desde hace casi diez años.

Corría el año 2000 cuando sacamos el número 1. Por aquél entonces la realidad argentina era bastante convulsionada, la gente se separaba cada vez más de la clase política, decepcionada y frustrada. Más cerca nuestro, y desde otra perspectiva, Chacras comenzaba a vivir lentamente los cambios que fueron transformando su idiosincrasia de pueblo tranquilo. Poco a poco comenzaron a surgir más comercios y más personas eligieron establecerse en este terruño.

Con esta realidad como contexto, iniciamos nuestra vida editorial. El propósito estaba claro: crear un espacio que cumpliera la doble función de facilitar el encuentro entre los vecinos, los de antes y los de ahora,  para conocernos y para integrarnos. También acercar la gente a sus instituciones, y las instituciones al pueblo, convencidos que una comunidad sana y armoniosa necesita de todos su actores bien comunicados –que no significa que comulguen con las mismas ideas-. Esa es nuestra misión y nuestra visión a la vez.

Elegimos el respeto como uno de nuestros valores guía. El respeto irrestricto a los valores fundacionales que dignifican la convivencia humana: al prójimo, a las instituciones, al lugar en que vivimos, a su idiosincrasia, a su patrimonio natural y cultural. Todo eso que hace a nuestra calidad de vida que, como siempre hemos sostenido, nada tiene que ver con el nivel de vida. Los otros que tenemos como norte son la honestidad, la buena vecindad, la alegría en sí misma y la de vivir en un lugar como éste. Los mismos valores que propiciamos para nuestros hijos.

Somos reflejo de la época que nos toca vivir y que humildemente pretendemos mejorar -con cosas buenas y otras no tanto- y defensores de la identidad del pueblo que queremos. No nos asustan las diferencias, pero sí la soberbia, la prepotencia y la indiferencia de aquellos que pretenden avasallar todo esto que amamos. Estamos profundamente convencidos del camino elegido, por eso seguiremos bregando por una comunidad integrada, que no necesariamente debe ser homogénea.

Estamos orgullosos de que nuestros vecinos se sigan reconociendo a través de los años en nuestras páginas, en fotos o notas, con sus luchas, logros, penas y alegrías. La vida de Chacras está impresa en estas casi seis mil páginas.

Y es así que a lo largo de los años este Correveidile se fue convirtiendo naturalmente en un vecino más, el que nos une llevando y trayendo lo que nos ocurre, nos preocupa, nos alegra. Ha sido y es un lindo camino el recorrido. Lo hemos hecho con dedicación y amor por este lugar. Vaya desde aquí un cariñoso recuerdo para nuestros primeros guías Sergio Crisolitti,  José María Fernandez y a Jorge Suárez que nos puso el nombre.

Ojalá que lo por venir sea tan bueno o mejor como lo que ya pasó

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