Alearda Florio y Miguel Ángel Balussi de paseo por Chacras de Coria. Aquí se los ve en la calle Loria y el puente del Río Seco Viamonte, un día de febrero de 1967. Atrás -a la derecha-, la antigua fábrica de cerámica (actualmente vivero) de la familia Completa- Nápoli, construida en 1964. A la izquierda, arriba, divisamos el altillo de la casa de la familia Pons de calle Aguinaga. Foto Gentileza de Marilín Balussi.

Esta postal entrañable, de cuando jugar en la calle era una costumbre segura y corriente, data de la década del ‘70. El punto de encuentro, el Barrio Chino -sobre calle Darragueira- y el motivo, el cumpleaños del “Pichuco”. La moda del momento provenía del hito cinematográfico español “Marcelino, pan y vino”, de allí la moda de mantener el flequillo perfectamente recortado.

De izquierda a derecha aparecen, entre otros: el “Colorado” Berrios, Sonia Turco, Cristina De Paolis, Miguel Turco, Roberto Berrios y Sergio Cara, abajo: Geroli Jr., Alejandro Cabanillas, los hermanitos Carlos y Ana Turco (directora de la Escuela Francisco Correas), Cecilia y José Luis De Paolis, “Cacho” Geroli y “Pichuco” De Paolis.

El 13 de setiembre de 1942, Nelson Rockefeller (por entonces director de la Oficina de Coordinación de Asuntos Interamericanos de Estados Unidos) llegó a Mendoza desde Buenos Aires. En el aeropuerto lo esperaba su amigo, el doctor Edmundo Correas, rector de la UNCuyo, acompañado de Randolfo Paolantonio, secretario de la Universidad, y Jorge Federico Leal, secretario académico. En su carácter de rector, Correas había viajado en enero de 1942 a entrevistarse con Rockefeller, con quien mantuvo varias reuniones para generar acciones vinculadas a la cultura y educación; esto generó la posterior visita de Nelson a Mendoza y el gran apoyo que la Universidad recibió de la Fundación Rockefeller durante años. Foto gentileza: Raúl Correas.

Osvaldo Poggi comparte esta imagen de 1957 junto a los chicos y chicas de la Escuela Teresa O’Connor de segundo grado. La maestra Etelvina Barrera le obsequió ese año una hermosa libreta por su colaboración como “encargado del aula”. Aparecen: Ricardo Elía, Olga Rivero, Marta Cicchinelli, Dolores Arjona, Ana María Basáez, Alicia Angelelli, Petrona Luzuriaga, Mirtha Chantire, Roberto Linero, Blanca Villegas, Ana Añasco, Susana Di Césare, María Verullet, Cristina Galvaggi, Osvaldo Poggi, Alberto Neyra, Irma Andrada, Alberto Bet, Tomasa Ortiz, Mario Gallardo, María Elena Videla, Jorge Ballester, Palmira Malisani, Carlos Díaz, Manuel Salcedo, Carlos, Agostini, Leandro Quiroga, Inés Añasco, Ángel Cicchinelli, Mirta Ciafrelli, Norma Olivares, Neli Bustos, Osvaldo Cepeda, Oscar Gómez, José San Blas, Guillermo González y Remigio Andrada.

Quienes no saben o no recuerdan, lo que hoy conocemos como Parque Las Colinas, fue concebido hace más de 100 años -en 1912- por José Benito de San Martín, quien lo llamó Parque Angélica, en homenaje a su madre. Aquella obra admirable fue el primer bosque privado de Mendoza, ideado por el maestro francés Jules Vacherot, el arquitecto paisajista que lo diseñó en París, y que luego fue puesto en marcha por Benito de San Martín en su finca de Chacras de Coria.

El parque Angélica -de 10 hectáreas- fue construido sobre una colina y atesoró valiosos ejemplares de coníferas, eucaliptus, palmeras, magnolias, fresnos, castaños de la India y liquidámbares. Aquel pulmón verde fue loteado entre los años ‘60 y ‘70 y aún conserva su patrimonio forestal gracias al esfuerzo de los primeros habitantes de esa paradisíaca zona de Chacras.

Fuente: “Historia de Luján por Lujaninos”

Entrada al Parque Angélica.

Retrato de José Benito de San Martín, creador del parque.

Los jardines de Parque Angélica.

La foto está fechada el 30 de octubre de 1927 y la autoría de la imagen corresponde a la casa de fotografía “La Ideal”, de Luján de Cuyo, propiedad de Vicente Mocayar, según reza en el sello del reverso. En la imagen salen los directivos de la institución de la época, entre ellos, Alberto Cabanillas Barbosa, José Fernández Cabrera, Adriano Cocucci y Carlos Elía.

Pipo Alfaro fue, junto al inefable Fasulo, uno de los animadores de las legendarias retretas, las fiestas organizadas en nuestra plaza que en los años setenta hicieron famosa a Chacras. Por aquella época, la plaza de nuestro pueblo era conocida como “la plaza de las flores”, y su belleza trascendía los límites de nuestro distrito. El responsable de semejante tarea era el entonces plazero. Los fines de semana se organizaban las Retretas, esperadas por todo el pueblo, donde más de una parejita se armó al son de la música y el baile. Pipo y Fasulo eran los responsables de animar esos lindísimos encuentros vecinales que hoy recordamos en la figura de Pipo.

Pipo Alfaro en las retretas de la plaza.

Homenaje a la reina Miss Siete Días, en el Salón Mitre.

Era el año 1968 cuando los jóvenes amigos de Chacras decidieron irse a pasear al Trapiche, en la provincia de San Luis. La idea era pasar unos días juntos para pescar y divertirse antes de entrar a “la colimba”, como se le decía al servicio militar obligatorio con el que todos los jóvenes de 18 años debían cumplir por aquellas épocas hasta la década del 90, cuando el por entonces presidente Carlos Menem lo abolió-. En la foto vemos a Osvaldo Poggi, Coco Raftaco, Carlos Raffín, Juan Antonio Díaz, Dani Cornejo y Ernesto Amico. “El Lenteja” fuera de la ronda y detrás de cámara Carlos de Faveris, los muchachos “de los 60”.

El 3 de diciembre del año 2000 nació esta historia que tanto queremos: materializar el sueño de informar a la comunidad del distrito y del departamento. Ese día, un domingo, se imprimió el primer número de Correveidile, con el slogan “La voz de Chacras de Coria”. En formato de folleto y con apenas tres páginas, el que devendría en un periódico mensual, fue en sus inicios un programa de las actividades culturales desarrolladas en la Feria de la Cultura, la feria de los domingos de la plaza, también creada por los mismos que creamos el Correveidile. Cinco días después saldría la segunda edición, esta vez de siete páginas. Contiene una editorial en la que se presenta el proyecto de Correveidile, una nota de interés general, una receta y un apartado con direcciones útiles. Hoy celebramos nuestra 200º edición. ¡Salud!