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Cine y Vanguardias: Creando el futuro, porque el presente ya es pasado

En la Biblioteca Chacras de Coria y para los amantes del arte cinematográfico, un taller para no perderse y un espacio para ampliar la mirada hacia la renovación de las formas, las historias y los contenidos, cuando pase la cuarentena.

Por Patricio Pina*

El 28 de diciembre de 1895, un grupo de sorprendidos parisinos se apartaron rápidamente de sus asientos para evitar ser embestidos por un tren en el sótano de un café en el Boulevard de Capucines. En aquella jornada, que ya dejó de ser histórica para devenir casi mítica, no sólo se producía la primera exhibición pública de una serie de cortometrajes realizados por los hermanos Lumière. Ese día comenzaba la magia del cine.

Aquellos espectadores, temerosos de ser aplastados por el tren que llegaba a la estación de la ciudad a una velocidad aproximada de 14 cuadros por segundo, inauguraron una notable y afortunadamente nutrida lista de momentos donde el cine ha provocado reacciones inesperadas y desconcierto, suscitando pensamientos insospechados, comentarios imprevistos, teorizaciones novedosas, abstracciones casi como viajes interestelares… Amores y odios sin par, cuando el cine decidió romper con la lógica de representación cómodamente adormecida en el inconsciente del espectador de películas promedio.

Esa capacidad que tienen los films de proyectarnos a zonas de sensibilidades y razonamientos que desconocíamos, sólo se hace presente cuando asume con plena conciencia su status de arte autónomo. De este modo, exponiendo sus valores audiovisuales específicos, encuentra el camino para romper con las formas que lo han precedido. Es en el riesgo de plantarse claramente en un futuro que aún no existe (pero ya vive en él, se piensa en él), para dar cuenta de un presente que ya hiede a pasado, que se declara vanguardia, movimiento de ruptura, feroz salto hacia adelante para alejarse rápidamente de lo que debe quedar atrás.

En los próximos meses, en la Biblioteca Popular de Chacras, habitaremos esas películas que, en silencio en algunos casos o con atronadora voz en otros, transformaron una y otra vez el perfil siempre mutante del cine. A veces saetas solitarias (El ciudadano, Psicosis, Rashomon), a veces malón irresistible (neorrealismo, nouvelle vague). Juramentadas en manifiestos específicos (Cinema Novo, el cine – ojo) o planteadas como extensiones audiovisuales de otras artes (surrealismo, expresionismo).

Y no nos olvidaremos de nuestro país (eterna tierra prometida, siempre huyendo del mito de Sísifo que trágicamente parece encarnar), donde los vientos de renovación han soplado en no pocas oportunidades, desde el melodrama ideológico y suntuoso hasta la épica sensible y barrial de Favio, pasando por aquellos nuevos cines de Antín y Hugo Santiago hasta estos otros, también nuevos y mucho más cercanos, de Caetano, Llinás o, por supuesto, Lucrecia Martel.

*Rector de la Escuela Regional Cuyo de Cine y Video. Junto a Claudia Nazar brindan un Taller de Cine de Rupturas y Vanguardias, todos los sábados a las 19 hs. en la Biblioteca Popular de Chacras de Coria, Viamonte 5191.

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