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Prosecco: un italiano de excelencia

Blanco, generalmente espumoso seco o extra seco, se comporta muy bien como vino tranquilo.

Por Silvia Avagnina*

Para su producción se utiliza la uva Glera, variedad de cepa blanca que fue llevada a la localidad italiana de Prosecco desde Eslovenia. Es muy antigua, su anterior nombre, prosecco, hace referencia a la villa de Prosseco, cercana a Trieste. Se cree que ya era cultivada desde la época de los romanos y que hace alusión al “vinum pucinum” del que habla Plinio el Viejo (23 d. C – 79 d. C.) en su Historia Natural.

A este vino se lo identificaba con la zona de producción, la localidad de Castillo de Pucinum, la cual cambió su nombre en Prosecco. Pero con el tiempo, la producción de Prosecco fue disminuyendo entre los viticultores del Friuli y comenzó a desarrollarse en las colinas del Véneto. El nombre se mantuvo y hoy está protegido con la Denominación de Origen Controlada; solamente pueden utilizar esta marca los productores de las regiones de Conegliano-Valdobbiadene y Asolo.

Su principal uso es para espumosos con el método Charmat, cuya segunda fermentación se lleva a cabo en grandes tanques presurizados de acero inoxidable. También se obtienen vinos tranquilos muy interesantes gracias a la frescura natural que posee, producto de su acidez.

Aunque se trata de un vino espumoso, no puede compararse al Champagne pues no presenta la sutileza y complejidad de éste. Recordemos que los vinos espumosos de acuerdo a su origen, tienen denominaciones, procesos de elaboración y características muy particulares; así nos encontramos con que unos son Champagne, otros Cava, otros Sparkling, otros Espumantes y algunos más.

La uva es muy productiva, de maduración tardía y buena acidez. Hace algunos años se realizaron ensayos en la planta piloto de la Estación Experimental Mendoza del INTA con esta uva, proveniente de la colección ampelográfica. El resultado fue la obtención de un vino color amarillo pálido, aromático, sabor fresco que recuerda la manzana y la pera, cítrico, de notoria acidez y de cuerpo ligero.

El Prosecco, vino espumoso ícono de Italia, es muy apreciado en todo el mundo. Los consumidores encuentran en él un vino suave, simple, fácil de beber. El consumo en los EE.UU. se ha cuadruplicado en los últimos años, pasando de ventas que no llegaban a 12 millones de botellas en el 2010, a cerca de cincuenta millones en el 2015.

De las aproximadamente 2000 variedades que se cultivan en Italia, está entre las 15 más importantes. A partir del año 2000, las uvas Prosecco también se cultivan en otros países como Argentina, Australia, Brasil, Rumania, pero el vino espumoso obtenido no puede llevar esa denominación.

*Enóloga, Profesional Asociada al INTA. Investigadora en vitivinicultura y especialista en análisis sensorial de vinos.

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