Categoría | Cultura, Destacados

“Nido Silvestre”: Espacio de Cuidados

En Chacras, un nuevo sitio nacido de la Pedagogía Waldorf, acompaña el cuidado en las mañanas de los más chiquitos.

Pregonaga el filósofo y educador Rudolf Steiner: “El niño ha de ser recibido con respeto, acompañado con amor y puesto en la vida finalmente en libertad”. Deste este y otros puntos de partida conscientes, el espacio de cuidados Nido Silvestre recibe a niños desde un año y medio hasta pasados los tres, en su sitio de Chacras de Coria, que trabaja junto a un cuerpo de profesionales, desde el sistema educativo Waldorf.

“Dentro de sus características principales, esta pedagogía propone el aprendizaje a través de la experiencia y una voluntad activa, el contacto con la naturaleza y sus ciclos, el arte presente en todas las áreas curriculares y una gran consideración de la vida anímica con sus procesos y necesidades en cada septenio -período de 7 años en la biografía-. Este abordaje del niño deviene de una concepción del ser humano como un ser integral”, explican las docentes a cargo.

Con cupos reducidos para una atención personalizada y una sala integrada con un máximo de diez niños y dos maestras Waldorf, “Nido Silvestre” surgió con la premisa de atender durante el tiempo compartido, las vivencias de los “tres primeros años de oro” y sus mayores conquistas, ilustradas en el andar, el hablar y el pensar, pilares del resto de la vida humana. “Comprometidas con esta labora, buscamos responder, también, a las familias que no encuentran en las guarderías o niñeras, un acompañamiento personalizado, respetuoso y con fundamento pedagógico integral”, agregan las seños.

El clima tiene la calidez del hogar, el arrullo para ir despertando, el amasado del pan, el juego libre, la pintura, el cuidado de la huerta, la merienda compartida, rondas y cantos, y el cuento con teatrillo para cerrar el día. Atentos a los ciclos de la naturaleza, explican, aparecen actividades para cada estación. “El juego con montañas de hojas en otoño, el hilado de lana y vellón en el invierno, una huerta florida en primavera o la cosecha que nos regala nuestro parque en verano”.

La mañana en el espacio adopta un ritmo similar al respiratorio, donde por cada actividad de inhalación -o introspección, donde el niño está concentrado- le sigue una de exhalación -o expansión, como un momento más social o de mayor movimiento-. “Esto es importante porque así los niños no terminan el día exaltados llenos de estímulos ni tampoco habiendo estado exigidos de quietud, sino que hay una armonía que ordena y es sanadora”.

Actualmente “Nido Silvestre” recibe a niños y niñas de 9 a 13 horas. Con el aporte mensual se incluyen los desayunos y meriendas (fruta, infusiones, cereales integrales, todo orgánico) como así también los materiales nobles específicos para las actividades. Para más información, comunicarse con Paloma Pérez al 2613908224.

Deje su comentario