Archivo | mayo 31st, 2019

Cine: La juventud no tiene edad -->

Cine: La juventud no tiene edad

Y mucho menos cuando hablamos de películas. En esta nota, un repaso por joyas que no discriminan a quienes tienen disfrutan de las buenas películas más allá de los años. En la Biblioteca Popular, el taller actual propone olvidarse por un rato del culto a la lozanía.

Escena de "Una pastelería en Tokio".

Por Patricio Pina

Mutaciones diversas que transformaron la industria cinematográfica norteamericana a fines de los años ’70 (entre ellas, la irrupción de la saga Star Wars como confluencia de mundos de cuentos de hadas, espíritu pop unido al soap opera y desarrollo inédito de efectos tecnológicos especiales), acarrearon un marcado descenso en el rango etario de los espectadores de películas: la franja mayoritaria de público pasó a circunscribirse a la edad de la adolescencia, de 13 a 18/20 años. La lógica mercantil privilegió la tendencia a la realización de films con temáticas y horizontes afines a aquellas edades. Se inició entonces el reinado del pochoclo, hoy ya con características imperiales si tenemos en cuenta la hegemónica presencia de superhéroes en los cines mundiales.

Este culto a la juventud que caracteriza al cine de mayor circulación planetaria (y a la obsesiva batalla contra las consecuencias del envejecimiento que ensalza esta sociedad del presente perpetuo) suele dejar de lado a las personas de edad como protagonistas de películas. En la Biblioteca Popular de Chacras estamos llevando adelante un ciclo donde quienes suman canas y pliegues en la piel encuentran, creemos, la reivindicación audiovisual que se merecen. Algunas de las propuestas que estamos disfrutando son las siguientes:

LUCKY: Harry Dean Stanton, eterno y glorioso actor de reparto, se despide del cine y de la vida con un personaje delineado a su medida, prodigio de sabiduría serena que oscila entre la melancolía y la sonrisa a lo Siddharta. También están David Lynch y su tortuga afín a Kerouac.

EL ARCO: Antes de que le perdiéramos el rastro en las salas comerciales, Kim Ki-duk estrenó esta película donde un viejo vive una extraña relación con una adolescente dentro de un pequeño barco pesquero. Siempre coqueteando con la crueldad y la culpa, Kim despliega sus metáforas con el lamento del violín coreano como presencia permanente.

LA TIERRA Y LA SOMBRA: La ópera prima de César Augusto Acevedo acaricia la perfección formal para contar la reconstrucción dolorosa de los vínculos familiares mientras un mundo y sus formas de vida se extinguen. De Colombia llega una de las mejores películas en lo que va del siglo.

UNA PASTELERÍA EN TOKIO: El paradigma de que siempre hay más vida después de la vida. Naomi Kawase pone su habitual maestría para el registro poético de la naturaleza a disposición de una vieja dama que encuentra la felicidad en las formas simples de los dorayakis, tradicionales pastelitos japoneses. El film incluye receta pormenorizada y lirismo oriental.

(*Rector de la Escuela Regional Cuyo de Cine y Video. Junto a Claudia Nazar brindan el Taller de Cine “La juventud no tiene edad”, todos los sábados a las 18 hs. en la Biblioteca Popular de Chacras de Coria)

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Cocinarte: Las recetas del Edu -->

Cocinarte: Las recetas del Edu

Menú para dos. En esta edición rescatamos algunas de las recetas del amigo Eduardo Aveni, que en su momento elaborara especialmente para el Correveidile pensando en cómo homenajear al amor.

Por Adriana Sayavedra y Eduardo Aveni QEPD

Eduardo, era músico de alma -fue integrante de Altablanca, grupo pionero del rock mendocino de Natalio Faingold y Mario Mátar- pero no de oficio, ya que se ganó la vida manipulando ollas y sartenes para nuestro deleite. Aunque esto no le impedía volver a la guitarra en memorables zapadas luego del cierre de la cocina, con el trabajo cumplido y las puertas cerradas de su restorán.

Hijo de gastronómicos -los mayores recordarán a la Rotisería Aveni frente a la plazoleta Barraquero-, fue adalid de varios conocidos restoranes mendocinos a lo largo de su vida adulta. El último, La Tasca de Chacras -hoy en manos de su hija Samanta- es un símbolo de la gastronomía chacrense, al que el Edu supo darle su impronta.

En algún momento, cuando la Tasca estaba en calle Viamonte y el Correveidile daba sus primeros pasos, construíamos con Eduardo recetas para ambientar distintas situaciones. Nos divertíamos mucho haciendo esto: eran pequeños momentos de mucha alegría, en medio de una época muy triste para nuestro país -principio del 2002-.

Lo que tenían de especial estas sugerencias era que no sólo enseñaban los secretos de preparación de un menú completo, sino que planteaban la necesidad de rescatar, en medio de aquellos tiempos de zozobra y desencanto, esos detalles que le dan sabor a la vida. Y de disfrutar mientras se pueda.

Hoy, homenajeando la memoria de Eduardo, rescatamos el menú para el momento del romance.

Noche para dos

La propuesta cuenta de tres platillos: entrada, plato de fondo y postre. Usted puede elegir entre esperar al agasajado/a con todo listo, o ir preparándolo en su compañía, escuchando buena música y disfrutando del vino que acompañará este feliz momento (resulta muy estimulante contemplar al otro desenvolviéndose eficazmente entre las cacerolas). Eso sí: si elige esta última opción, tengo todo a mano ya que el desorden nos hace perder la concentración.

Para ir entrando en clima: Mejillones a la provenzal

Ingredientes

-1/2 kg de mejillones de ½ valva (pedirlos así)

-4 dientes de ajo finamente picados*

-perejil fresco

-3 cucharadas de aceite de oliva

-1 vaso de Chardonnay

-jugo de limón

-ají molido, pimentón, sal y pimienta negra molida en el momento

-queso rallado

Preparación

Saltear el ajo en el aceite de oliva y echar los mejillones. Freír dos o tres minutos para que larguen su jugo.

Cubrir con el Chardonnay (de paso se sirve una copa para usted y su agasajado/a y así ir entrando en calor). Dejar tomar el hervor para que se evapore el alcohol y luego agregar el jugo de limón.

Retirar del fuego y finalmente agregar el perejil. Ya en la mesa, arrojar teatralmente el queso rallado en forma de lluvia sobre el plato. Golpe de efecto que le llaman.

Acompañar con Chardonnay, ya que está en la preparación.

La música sugerida por Eduardo es Paul McCartney (por ejemplo el tema “My Love”) o también Luis Alberto –usted sabe-.

*Para que no deje perfumes indeseados, debe cortarlo por el medio y sacarle el brote verde, causante de la mala fama del ajo.

N. de la R: por cuestiones de espacio en el próximo número le daremos la receta del plato fuerte y el postre. Si quiere puede esperar, pero si está muy apurado/a por crear su noche romántica, ya puede ir haciendo punta con estos mejillones.

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