La obra de ensanche y remodelación de calle Boedo, llevó a la corta permitida de forestales, que continuará. Malestar entre los vecinos.

Para avanzar con la obra de remodelación integral de calle Boedo, en el tramo que va de San Martín hasta el Acceso Sur, el municipio cortó los álamos blancos que eran parte y vida de ese camino. Luego de una visita al lugar que incluyó el planteo del proyecto vial y la participación de diversas áreas -Dirección de Recursos Naturales, Consejo Provincial de Defensa del Arbolado, Departamento General de Irrigación, Secretaría de Ambiente, Secretaría de Obra e Infraestructura-, se procedió, con la autorización correspondiente, a la tala de estos añosos ejemplares en buen estado.

“El proyecto en el que se trabaja incluye el ensanche de esta calle, con una ciclovía, veredas, mejora en los canales de irrigación y una nueva red de alumbrado público. Para eso era necesario generar ampliaciones sobre lo que se denomina en la jerga técnica ‘zona de camino’, que estaba impactada en algunos casos por forestales”, explicó a Correveidile el jefe de gabinete de Luján de Cuyo, Esteban Allasino.

“En el caso del arbolado público hicimos estudios pertinentes y presentamos los mismos a los organismos provinciales que regulan la posibilidad de corte y poda, y luego de la autorización, se procedió al retiro de algunos forestales de álamo blanco”, comentó el funcionario.

Agregó que estos árboles tienen dos características que hacen que no sean principalmente valorados en zonas urbanas: “A veces crecen muy alto y superan ciertas dimensiones, lo que se torna riesgoso ante las ráfagas de viento zonda. Hay innumerables casos en Mendoza de que su caída ha provocado accidentes. A su vez pone en riesgo los tendidos eléctricos porque sus ramas llegan hasta los cables y si se desprenden, pueden dejar a los usuarios sin provisión de servicio. Asimismo, las raíces generan nuevos árboles que crecen fuera de línea”.

El jefe de gabinete aprovechó la oportunidad para comunicar que está abierta la licitación para la modernización de la intersección de calle Boedo con la Ruta 40. “Se van a construir dos rotondas, una a cada lado del puente, con un sistema de pesas compensadas. Estas rotondas más la renovación de las colectoras, es decir las calles laterales del Acceso, van a permitir agilizar el tránsito y hacerlo más seguro y ordenado. Además, en el predio municipal adquirido, la calle Boedo será conectada con calles al sur de la misma que serán repavimentadas, algunas ya lo están, lo cual va a generar una mejora en la zona en general”.

Por cada árbol retirado, el municipio tiene la obligación de replantar tres, según rezan las leyes provinciales de arbolado público.