Categoría | Destacados, Editorial

Editorial: Mendotran y tránsito

Todo cambio que vivimos nos causa, siempre, inquietud y molestia. Sobre todo, cuando a ese cambio no lo elegimos sino que es decidido por otros. La rutina, por más aburrida que nos parezca, nos brinda seguridad, confianza, certezas de que lo que fue ayer lo seguirá siendo hoy. Y “más vale malo conocido que bueno por conocer”. Es natural que las personas reaccionen frente los cambios cuando éstos alteran el orden de sus vidas.

La implementación de Mendotran en la provincia ocasionó una protesta generalizada casi unánime. El primer día reinó el desconcierto, las broncas por pérdidas de tiempo. Los choferes aún no conocían fehacientemente el recorrido que debían hacer, los carteles de las paradas seguían indicando números de colectivos que ya no pasaban por ahí. La folletería informativa nunca llegó en tiempo y forma a los usuarios, la página web de Mendotran se modificaba constantemente y, como si esto fuera poco, aumentó el valor del pasaje mínimo. Pasó de $18 a $22. “Sobre llovido mojado”.

Seguramente desde el gobierno no se evaluó correctamente el costo político de este cambio en un año electoral. Obviamente las legítimas protestas de los usuarios comunes fueron aprovechadas por los partidos de la oposición. Las redes sociales se abarrotaron con “memes” irónicos, graciosos y hasta descalificadores. Mientras tanto, el único funcionario que salió a “ponerles el pecho a las balas” fue el joven Natalio Mema. Asumió con coraje y humildad la enorme responsabilidad de ir corrigiendo los errores. Fue el único interlocutor entre el gobierno y los usuarios.

Paulatinamente se fueron acomodando y agregando recorridos de diversas líneas. Los usuarios se fueron tranquilizando. Aún queda mucho por mejorar.

Pero no podemos obviar que Mendotran nunca fue una empresa fácil de emprender. Está involucrado no sólo el gobierno, también los empresarios, los conductores y los miles de usuarios.

Deje su comentario