22 de marzo: Día Mundial del Agua

El reúso de aguas residuales

Se llama reúso a la utilización del efluente, convenientemente tratado, para aplicaciones que no requieren de agua segura: riego de zonas verdes (campos deportivos, jardines, áreas paisajísticas), cultivos para madera o forrajeras, limpieza de zonas industriales, calderas y torres de enfriamiento, lavado de vehículos y veredas, uso de sanitarios, líneas de incendio, entre otras.

Desde el ente regulador de nuestra provincia, el EPAS -Ente Provincial de Agua y Saneamiento-  recuerdan que son tan importantes como el agua potable para la salud humana y el cuidado del medio ambiente.

La escasez de agua dulce (en el planeta es el 3% del agua disponible) está impulsando cada vez más el cambio de mirada sobre los efluentes: antes eran un pasivo a ser eliminado, hoy son un recurso valioso a ser reutilizado.

Aguas residuales

Se llama así al agua contaminada por el uso en diversas actividades. En el caso del uso de agua potable, pierde su condición microbiológica “segura”. Pueden ser aguas domiciliarias -que llevan microorganismos patógenos, jabones, detergentes– o industriales, que llevan hidrocarburos, metales, ácidos, materias orgánicas, tinturas, sales, detergentes, etc.

Como sea que se las recolecte y donde sea que sean depositadas, contaminarán si no reciben un adecuado tratamiento que disminuya su carga contaminante, nociva para la salud humana y el ambiente.

Esta es la función que cumplen, con diversos métodos, los establecimientos depuradores. En Mendoza hay 40. Campo Espejo, el primero, fue inaugurado en 1976.

Deje su comentario