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Campeón argentino a los 14 años

Motocross: La hazaña de Luciano Righi.

Por José Félix Suárez / Foto Gentileza familia Righi

Luciano Righi, el joven deportista de Luján de Cuyo de apenas 14 años de edad, que ya dejó de ser una promesa del motocross provincial y nacional para convertirse en una palpable realidad, se clasificó campeón argentino de motocross en la categoría de los 85 cc.


Es el primer mendocino en consagrarse en esa especialidad donde anteriormente Guillermo Rodríguez y Juan Martín Fernández habían sido subcampeones. De este modo se convirtió en el cuarto piloto local que alcanzó un título a nivel nacional después de Marcelo Sánchez, cinco veces campeón en motocross y dos en supercross, Franco Calveras campeón 2003 de 125 cc. y Dalila Hidalgo en damas en 2013.

Para la familia Righi, especialmente para su abuelo Juan Carlos y su papá  Adrián, se trata de un preciado logro y de una confirmación  de sus notables condiciones a tan joven edad en una actividad que exige un temple, un arrojo y una concentración muy especial.  Luciano se coronó campeón en San Martín de Los Andes a fines del pasado mes de octubre en una competencia que reunió a los mejores exponentes del país.

Se recuerda que su abuelo Juan Carlos fue un activo y entusiasta dirigente del motociclismo local y que su papá Adrián es un habitual animador de las competencias de enduro en la provincia. Además, su tía Brenda fue campeona argentina de motocross en la segunda categoría nacional.

Luciano se encuentra muy entusiasmado porque el título logrado le ha abierto de manera inmejorable las puertas del futuro al ser contratado por la escudería Suzuki, con todo lo que eso significa. El año próximo integrará el equipo oficial de esa prestigiosa marca en los campeonatos argentino y chileno junto a  Darío Arco,  Nicolás Maná y Nahuel Kriger.

“Me sentí muy feliz cuando supe que me había convertido en el primer mendocino en conseguir el título de campeón argentino, en una categoría de una gran paridad de fuerzas y con chicos que  progresan de un modo constante. Me puso muy contento y me dejó muy satisfecho saber que lo había logrado cuando todavía falta una fecha para definir todas las posiciones generales. Me aseguré el campeonato cuando pude ganar la semana antes en Neuquén, una carrera muy dura que se disputó con mucho barro, lo que me permitió sacar una ventaja de 45 puntos inalcanzable para mis perseguidores. Por esa razón llegué mucho más tranquilo a San Martín de Los Andes y  corrí con inteligencia arriesgando lo justo y necesario”, cuenta Luciano.

La promesa

Y continúa Luciano: “Fui segundo en la primera manga, donde tuve una buena largada, aunque en la segunda vuelta me falló la moto en un salto doble. Entonces quedé corto, me pasaron y finalmente terminé  segundo. En la segunda batería también tuve una buena largada, pero quedé segundo hasta que Genaro  Zottele se cayó en la segunda vuelta y ahí pude agarrar la punta. Hice una gran diferencia adelante y me mantuve, aunque era campeón con solo terminar. Más emotivo resultó el festejo después del triunfo y del título de campeón. Me abracé con mi mecánico Fabián Ballester que me  bañó en champagne y después con toda mi familia que corrió a mi encuentro. A mi abuelo y a mi papá se le caían las lágrimas y  nunca había visto tan contenta a mi tía Brenda. Como había prometido si salía campeón me hice en la espalda un tatuaje con el 33 que es el número con el que corrí durante toda la temporada. En cuanto al futuro, como no se puede saltar de categoría, el año que viene voy a correr el argentino en 85 cc. y los campeonatos provinciales en 125 cc. También  tengo la posibilidad de ser piloto Suzuki  para intervenir en el nacional chileno, lo que significa mucho para mí por el prestigio que tiene esa marca. Quiero destacar  el valioso trabajo de mi mecánico Fabián Ballester y el  apoyo de mis auspiciantes sin los que sería imposible poder competir”.

El apoyo

Adrián, el papá de Luciano, destacó el compromiso de las  empresas, marcas y demás colaboradores que acompañan a su hijo en su ascendente carrera: “estamos muy reconocidos de su mecánico, Fabián Ballester, que es un artífice muy importante en sus logros, porque gracias a él hemos podido ser campeones argentinos en 50 cc. en 2011 y ahora en 85 cc.  También muy agradecidos a su abuelo Juan Carlos que es parte de la familia, que nos trasmite toda su pasión y energía para que sigamos adelante y que nos acompaña a todos lados. Igualmente a firmas como Luján Agrícola, Automotores Tito de nuestro gran amigo Guardia, que facilita la moto para poder correr,  Fredy Carleti,  Depaolo Mechanix, AM repuestos. Beto Pinturas Especiales, Fusión Repuestos, Radikal y Subsuelo. Por último el orgulloso papá comentó que su hijo es un chico que no descuida sus estudios y que diariamente se levanta a las 6 de la mañana para asistir al Colegio Santa María Gorriti donde cursa el primer año. Su condición de buen alumno y sus excelentes notas le permiten los fines de semana poder viajar y competir en todo el país, por lo que la familia está muy agradecida de las autoridades del establecimiento. Para Juan Carlos la meta ahora es el nacional 2015 y la posibilidad también de competir el año que viene  en el Latinoamericano que se desarrollará en México.

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