Archivo | mayo 14th, 2014

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Viajes de vecinos: Las Islas Malvinas, hoy

Los vecinos Cipriano Fernández y María Estela Bauco estuvieron este verano por los canales fueguinos y las islas del Atlántico Sur, para cumplir el sueño de conocer el extremo sur de nuestro continente. Aquí nos cuentan un poco de la vida en aquellas islas, las “perdidas perlas australes” según reza la marcha compuesta en 1940, que reivindica la soberanía argentina sobre las Malvinas.

La temporada alta de turismo en la zona es durante los meses de octubre hasta  principios de abril. Para acceder hasta las Malvinas, ubicadas a unos 600 km de las costas patagónicas argentinas, los turistas arriban por vía marítima -cruceros turísticos o embarcaciones a vela- o por vía aérea desde Santiago de Chile. La llegada es al aeropuerto internacional de la base militar Mount Pleasant, en las cercanías de Stanley, capital del archipiélago. Anteriormente llamada Puerto Stanley, es denominada Puerto Argentino por y para nosotros, los argentinos, justamente.

Esta ciudad concentra el 85 % de la población de las islas, alrededor de unos 2.200 habitantes permanentes. El resto del territorio del archipiélago está muy poco habitado, por lo general en establecimientos agrarios. Todo aquello fuera de Stanley, es denominado “Camp”, término utilizado por los lugareños para definir algo así como el “campo” para nosotros.

Más del 60% de la población son nativos isleños, muchos de ellos descendientes de sexta generación de pobladores malvinenses. El resto la componen inmigrantes o residentes temporarios provenientes del Reino Unido, chilenos, peruanos y argentinos, con lo cual se facilitan las relaciones, sobre todo para los que no sabemos el idioma inglés.

La población se reconoce como británica y por lo tanto se habla el idioma inglés; la religión predominante es la anglicana, aunque también se practica la religión católica en menor medida. El gobierno tiene el rango de Territorio de Ultramar del Reino Unido, presidido por un gobernador y un consejo legislativo compuesto por ocho representantes.


Cómo llegar

Para acceder por vía área, la empresa LAN cuenta con vuelos una vez por semana, los sábados, desde Santiago de Chile, con escala en Punta Arenas, en el sur de ese país. Una vez al mes el vuelo también hace escala en Río Gallegos, Argentina. Se debe contar con pasaporte válido para el período de su estadía, pasaje de regreso y prueba de que cuenta con alojamiento y suficientes fondos personales para su estadía; también seguro de viaje que incluya evacuación médica aérea; abonar cualquier servicio médico que necesite durante su estadía; y para tener muy en cuenta, una tarifa de aeropuerto de 22 libras al salir de las islas por el Aeropuerto de Mont Pleasant, pagadero en efectivo en libras locales o esterlinas, dólares estadounidenses o euros. Asegúrese de contar con el dinero para pagar este impuesto antes de salir de Stanley, ya que  no hay cajero automático ni oficina de cambios en el aeropuerto.

También se puede acceder a través de cruceros marítimos cuyos itinerarios o rutas de viaje incluyan a las Islas Malvinas en su recorrido. Esta opción, si bien es limitada en el tiempo de la visita de aproximadamente 10 horas, es la más simple, porque está incluida en el recorrido, y está todo previsto por la Compañía de Cruceros al contratar el viaje.


Recomendaciones para el viajero

Existen varias opciones de alojamiento en las Islas, tanto para el cómodo auto-abastecimiento o con pensión completa en posadas y hoteles, pero se debe efectuar reservas antes de viajar. Es posible acampar en ciertas localidades con permiso de los terratenientes.

Para esto, viene bien consultar la guía de alojamiento “Accommodation Guide” de la Cámara de Turismo (FITB, Falkland Islands Tourist Board).

La moneda es la libra y su valor es equivalente a la libra esterlina, que también se

acepta como moneda legal en todo el territorio. Varios comercios, hoteles y restaurantes aceptan dólares estadounidenses y euros en efectivo. Ciertas localidades también aceptan tarjetas de crédito aunque se prefiere el pago en efectivo. No existen cajeros automáticos en las Islas.

Hay solo un banco, donde se puede cambiar dinero, transferir fondos, cobrar cheques de viajero y obtener dinero con tarjetas Visa y Mastercard. La moneda de las islas no se acepta fuera del territorio, de modo que asegúrese de cambiarla antes de su partida.

Prácticamente no existe el delito en aquellos pagos, pero sí hay algunos puntos importantes que se deben tener en cuenta para hacer el viaje en paz: el tráfico circula por la mano izquierda; la rápida variabilidad de las condiciones climáticas, por lo que hay que apertrecharse con ropa para lluvia y viento, especialmente si sale a pie. También bloqueador solar, gorro y lentes de sol, porque este es muy fuerte.

No existe un sistema de transporte público programado alrededor de las Islas pero hay una variedad de modos para movilizarse: taxis – es importante confirmar las tarifas de antemano-, servicio de ómnibus a domicilio entre Stanley y el aeropuerto de Mount Pleasant los días de vuelos internacionales y los días de cruceros. Existen también las opciones de alquilar un vehículo, realizar vuelos locales entre Stanley y alguna localidad en el “campo” o cruzar en ferry de una isla a la otra.


Qué hacer y qué comer

Los guías locales en Stanley pueden llevarlo a las cercanías como, por ejemplo, la magnífica playa de arena blanca en Surf Bay, a ver los pingüinos Magallánicos en Gypsy Cove y otros sitios de interés. Se han contado 14 especies de mamíferos marinos en las aguas isleñas. Una excursión a Berkeley Sound, saliendo desde Stanley, le dará la oportunidad de ver si puede localizar a algunos de ellos mar afuera. Delfines y toninas suelen acompañar a las lanchas y también se pueden organizar viajes que incluyan observaciones de colonias de pingüinos y pardelas sobre la superficie del mar al atardecer.

También se ofrecen tours por la ciudad, viajes en aviones locales de un día desde Stanley hacia el interior de las islas, donde algunos establecimientos de campo ofrecen actividades como pesca, visita a colonias faunísticas y demostraciones de las tareas campestres típicas, como la esquila y trabajo con perros ovejeros.

Malvinas cuenta hoy con un movimiento artesanal y artístico floreciente, en el que se destacan los trabajos en fieltro y telar, la joyería, artículos de madera y obras de artistas plásticos que pueden apreciarse en comercios, cafés y restaurantes. Los coleccionistas encontrarán estampillas, monedas y medallas.

Las islas son también un paraíso para el fotógrafo, tanto profesional como amateur. El colorido de las construcciones, los paisajes espléndidos desde el amanecer hasta la puesta del sol, los grandes espacios con sus minúsculos caseríos y la gran variedad de vida silvestre son un festival para el ojo de la cámara fotográfica.

Un paseo para no dejar de hacer es al mercado-jardín -Stanley Growers- donde se puede disfrutar la variedad de productos locales que incluyen carne, pescado, huevos y, según la temporada, verduras frescas de las huertas de las islas, como también alimentos de origen internacional, vinos, cervezas y otras bebidas.

Los isleños se enorgullecen de su gastronomía local, que incluye mariscos -plato favorito de los residentes-, el calamar proveniente de las aguas cercanas, el mero y la trucha de mar. También se destaca la calidad de las carnes de cordero producida en los extensos campos. El paté de ganso es otra especialidad local y la pastelería casera para el tradicional “smoko”, vocablo típico de la zona, originado en la marina mercante británica, que define el momento del descanso en el trabajo para fumar o también la pausa para la merienda. Si puede debe probar las confituras de bayas silvestres como diddle-dee y teaberry. Una cosa es segura: hay algo para todos los gustos, precios y el tiempo disponible, incluso alternativas imaginativas para los vegetarianos.

La ciudad de Stanley se puede recorrer fácilmente a pie y muchos de los puntos de interés se encuentran a corta distancia del centro. Una caminata hacia los cerros al oeste, brinda una magnífica vista de la capital y, algo doloroso para los argentinos, recorrer lugares donde ocurrieron las batallas en 1982. Además de los monumentos en cada sitio clave aún se encuentran restos de armamentos y efectos personales de los conscriptos. En este sentido, se debe visitar el Cementerio Argentino, donde descansan nuestros soldados, situado en la localidad de Darwin, distante 180 km de Stanley, para lo cual se debe contratar un servicio de transporte.


Otra interesante caminata es a las Esculturas del Sistema Solar. Se trata de modelos de los planetas realizados en materiales reciclados y ubicados  a lo largo de la costa y de los cerros cercanos. ¡El único lugar del mundo donde se puede caminar alrededor de todos los planetas en un día!

Fuente: Guía Para el visitante Falkland Islands, incluida en al folleto recibido en el Centro de Visitas Jetty Visitor Centre al llegar a Stanley, el día 26 de enero de 2014.

Más info: Centro de Visitas Jetty Visitor Centre: info@falklandislands.com

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