Este año, el Laboratorio de Análisis Clínicos de la bioquímica Adriana Harguindey de Baccarelli cumple 15 años en Chacras de Coria. Esta vecina nacida en Buenos Aires llegó a Mendoza cuando tenía 20 años, por cuestiones laborales de su padre. Estudió farmacia y más tarde bioquímica, a los 30 conoció a su marido y juntos tuvieron una hija y un hijo. Después una vasta experiencia, que incluye su paso por el Hospital Central y Lagomaggiore, Adriana Harguindey ganó la jefatura del hospital rural Métraux en Fray Luis Beltrán, Maipú. “Ha sido un honor desarrollarme con gente trabajadora que camina 5 kilómetros por la huella para llevar a sus hijos al hospital”, dice.
Como madre de alumnos del colegio San Nicolás, conoció a otras profesionales de la salud con las cuales conformó parte del equipo que hoy integra los Consultorios Larrea, donde atienden las clínicas médicas Carina Cappi (PAMI), Carolina Olsece (Familia), la pediatra y gastroenteróloga infantil Wilma Geraige, la ginecóloga y obstetra Silvana Games, la psicóloga Natalia Arrabal y la nutricionista Silvina Vallejo. Después de años de muchísimo trabajo, Adriana se jubiló de las otras tareas y desde entonces se dedica de lleno a la atención al público y al análisis en el laboratorio.
“Hace 22 años que soy vecina de Chacras y lo que más disfruto es la naturaleza, la familiaridad con los vecinos. Damos turnos hasta en la verdulería y muchos pacientes son amigos. Me gusta favorecer a mi comunidad mediante el trabajo. Para nosotras es muy importante la relación con el paciente y si nos derivamos lo hacemos sólo cuando es necesario porque confiamos en nuestro profesionalismo, pero no existe ningún arreglo económico ni presión”, explica.
Una puerta divide la casa particular de Adriana con el laboratorio de análisis clínicos de Larrea 2096, abierto de lunes a viernes de 7.30 a 12 y de 16.30 a 20 a pacientes con obras sociales y particulares. Entre los aspectos más difíciles de su trabajo, Adriana explica que a veces es dificultoso hacerle entender a las personas que sus muestras requieren de un tiempo de incubación inalterable. Entre las patologías más frecuentes figura el estrés, el cáncer, los problemas de infertilidad y los derivados de una dieta inadecuada, aunque en general “se trata de una comunidad bastante sana”. Los viajes y la jardinería son otras grandes pasiones de nuestra vecina bioquímica.
Por su parte, Silvana Vallejo es quien recibe a los pacientes a la mañana y quien los atiende los martes en la tarde en su rol de nutricionista. Las consultas más frecuentes, asegura, están vinculadas al sobrepeso, aunque asociado generalmente a otras patologías. “Mis tratamientos son a mediano plazo y lo hago a través de la educación, cosa que el paciente pueda seguir solo y siempre en la consulta se habla de la alimentación relacionada a la época del año”, dice la vecina del Barrio Miraflores de Carrodilla.