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Pichos que buscan cucha -->

Pichos que buscan cucha

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Infraestructura en problemas: Demasiada presión

La rotura del acueducto más importante de Mendoza se produjo en Chacras de Coria, por segunda vez y en un mismo lugar. La primera fue en 1970, a raíz de un grave aluvión y la segunda por la excesiva presión del tránsito de vehículos en calle Viamonte, especialmente los caminos cargados con bateas de más de 30 kilos.

Por Eva Guevara

El incidente con el caño en la calle Viamonte al 4300 pasará a la historia, no sólo por lo que costó su reparación y el impacto enorme que causó el cierre del servicio en miles de hogares, sino por el estupor que causa ese cráter que aún permanece abierto, hasta nuevo aviso de la empresa Aguas Mendocinas.

Cual “zona cero”, que da lugar a todo tipo de comentarios, la situación es de esas que se salen de la normalidad. Los vecinos del lugar aguardan con impaciencia que la obra termine y se ponga fin a esto de vivir en un pueblo partido por la mitad, aunque también reconocen que lo peor ya pasó. Es el caso del vecino más próximo, Oscar Porreta, quien sintió temor en dos oportunidades, una con la rotura intempestiva de la cañería del gas,  que fue el incidente previo a que se descubriera la magnitud del problema -una rotura en la cabeza o punta del acueducto de 1.100 mm que une la planta potabilizadora de Potrerillos con las de Benegas y Alto Godoy-. Y la otra,  tras inundarse por completo el  famoso cráter a tan pocos metros de los cimientos de su casa.

Para sorpresa de muchos, la rotura se produjo no por el mal estado de los materiales colocados en la década del ´50, época en la que operaba Obras Sanitarias de la Nación, sino por la vibración del tránsito. A todo esto también se corroboró un defecto de desviación que pudo ser causado por un movimiento aluvional o un sismo. Y es que son los mismos tramos que asomaron casi en posición vertical tras el trágico aluvión del año 70; según el recuerdo de Porreta a aquella postal de desastre hay que sumarle dos portones y un árbol de la calle tendidos en el barro. Como solución en los puntos de unión se aplicó hormigón armado y hierro, un parche que si duró hasta nuestros días puede que haya sido todo un logro de los técnicos de la empresa. Y es que según se supo, para desarmarlos y poder instalar la pieza nueva –diseñada especialmente de acuerdo al defecto de la inclinación- se rompieron tres martillos neumáticos.

En realidad, los técnicos que están en contacto con los problemas que a diario se presentan entre espesores de paredes y orientaciones de redes originarias y el desarrollo urbano actual, no están tan sorprendidos. Si bien es la primera rotura grande que ven en su historia, están prevenidos del condicionamiento que le genera a la red las decisiones que eventualmente toma, por caso, un intendente. Es el caso de Luis Carral, quien al desviar el camino de la Ruta Internacional permitió el tránsito pesado por calle Viamonte. Hoy esta situación tiene que tener un corte. Según relató el vecino Porreta, lo más claro que escuchó decir durante la crisis fue que se iba a prohibir el paso de esos vehículos que “muelen” las otras cañerías de agua domiciliaria que hay en Viamonte.

“Yo era chico cuando se hizo este acueducto y recuerdo que el Ingeniero Vélez explicaba  que estaba diseñada para una calle de tierra, no para un carpeta asfáltica como la que existe hoy en día, ya que de ser así la obra requería una losa de hormigón más dos pestañas hacia los costados, cosa de proteger el acueducto de la vibración de los vehículos”, señaló Porreta.

Según especialistas consultados, sólo en este tramo el acueducto está un metro y medio debajo de la carpeta asfáltica. En general están a más profundidad o tienen una tapada más grande. Puesto que esta vez la rotura ocurrió en el contexto de una crisis hídrica y a escasos meses de que el titular de la empresa estatizada Aguas Mendocinas, Luis Böhm, detallara ante la Legislatura cuál es el déficit operativo mensual que acarrea -es de 5 millones de pesos-, la contingencia dejó al descubierto que, sin un plan de renovación de la infraestructura de red domiciliaria de agua y cloacas que está en mal estado o sobrecargada, no habrá posibilidad de sacar a flote este servicio básico recuperado por el Estado y pensar seriamente en dejar atrás los graves problemas derivados por la falta de inversión y mantenimiento desde hace bastante tiempo.

Cómo sigue la reparación

Al cierre de esta edición, Pablo Gudiño, Gerente de Operaciones de AYSAM detalló los trabajos y plazos estimados para concluir la obra sobre el acueducto. Dijo que todo se ejecuta por empleados de la empresa ya que sólo se ha contratado el servicio de una empresa proveedora de hormigón. Tras asignarle los apoyos necesarios al caño, está previsto que en siete días a partir del 19 de noviembre se proceda a tapar y compactar la tierra con material estabilizado. La semana siguiente se va hacer una losa de hormigón armado de 12 x 6 metros que reemplazará al pavimento. Con dicha estructura se apuesta a un reparto más uniforme de las cargas del intenso tránsito de la calle Viamonte.

La falta de planificación lo hizo

El cierre al tránsito de calle Viamonte con motivo de la rotura del acueducto, pone al descubierto otro problema de infraestructura. Ocurre que la derivación del tránsito por calle Río Grande y Río Blanco hasta Medrano, para desde allí retomar Viamonte, trajo aparejados dos incovenientes.

El primero es que se trata de dos calles de tierra, situación que los conductores no tienen en cuenta, por lo que los vehiculos “pasan como si fuera Viamonte y es una sola nube de polvo todo el día”, se lamentan los vecinos de la zona. “Tampoco el municipio ha considerado ésto y no ha mandado un camión regador, al menos, aún cuando lo hemos pedido en Atencion al vecino”, asegura Jorge Farmache, quien remarca que “es una calle sin cartelería ni retenes de velocidad”.

El segundo y más grave inconveniente, es el puente precario que los automovilistas deben sortear en la intersección de Río Blanco con Medrano, punto conflictivo desde lo vial, si los hay. Sucede que este puente se encuentra roto desde hace muchísimo tiempo, y ni aún ante la desición de desviar el tránsito por allí, a sabiendas de que iba a recibir gran cantidad de tránsito nuevo, fue arreglado de modo definitivo. Hace unos días, y luego de que pasara bastante tiempo y demasiados vehículos, los organismos con competencia –AySAM, Irrigación y la Municipalidad de Luján- decidieron actuar en consecuencia y entre los tres hicieron algunos arreglos como para que quede transitable, aunque “de ningún modo es una solución de fondo”, reclaman los vecinos del lugar.
Si vamos más allá, es otra consecuencia negativa de la falta de previsión en la creación de nueva infraestructura vial para que reciba la gran cantidad de nuevos vehículos que se incorporan día a día al parque automotor. Se venden nuevos vehículos pero no se crean nuevas vías de comunicación vial.

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