Categoría | Rincón de Ciencias

Cáncer: Estrategias para no llegar tarde

Nuestro Rincón de Ciencias es ocupado en esta oportunidad por el doctor Alfredo Occhipinti, Especialista en Oncología Clínica.

Cuando estamos y nos sentimos sanos, disponemos de un beneficio, que no siempre es valorado plenamente. Muchas veces no somos conscientes de su valor, hasta que perdemos el estado de salud.

Nadie dudaría en elegir esta situación de bienestar de nuestro organismo, y que durase para siempre en nosotros. Pero lo cierto es que nuestro organismo cursa el dinámico proceso de la salud-enfermedad de maneras muy diferentes. Las enfermedades que nos afectan tienen variadas formas de presentarse, de iniciarse, de irrumpir en nuestras vidas.

Algunas veces, en formas bien manifiestas, casi avasallantes, que no pasan desapercibidas. Otras veces, lo hacen y aparecen en forma silenciosa, lentamente progresiva, casi sigilosa, para ni alertarnos de su presencia.

¿Cuán importante es en la Medicina el diagnóstico precoz de las diferentes enfermedades para que puedan ser tratadas en la forma más temprana posible y poder acceder al grupo de pacientes que se benefician plenamente con el tratamiento?

Es sabido que, de las enfermedades que azotan al ser humano, el cáncer es de las más temidas a la hora de padecerlo. Esto último debería llevarnos a no descuidar los exámenes médicos para detectarlo lo más tempranamente posible. No deberíamos vivir temerosos pero sí muy conscientes de realizar dichos controles.

Los tumores malignos cuando crecen, pocas veces pueden dar signos y síntomas tempranos. Cuando lo hacen, son síntomas poco característicos, que llevan generalmente a que se interprete otra patología, y no un tumor. En la mayor parte de los casos los síntomas de cáncer aparecen cuando el tumor ha desarrollado un tamaño considerable, o ha invadido estructuras vecinas o en otros órganos a distancia (cuadro este último llamado de Metástasis).

Por lo poco sintomáticas que pueden ser algunas neoplasias, es comprensible que al momento del diagnóstico ya nos encontremos con tumores avanzados e incluso con Metástasis a distancia, constituyendo esto Estadios altos de la enfermedad, en donde poco podemos hacer respecto a la curación del paciente.

Por esto son  importantes los controles periódicos para que, si tenemos en nuestras vidas la “oportunidad” de padecer esta enfermedad, la detectemos lo más pronto posible.

Hay una amplia lista de factores que atentan y están en complot contra el diagnóstico temprano de las enfermedades oncológicas. En un primer grupo podemos mencionar factores específicamente médicos: desde el propio sistema médico, retrasos en las autorizaciones de las obras sociales, demoras en la realización de estudios de diagnóstico, resultados falsos negativos en las biopsias,  turnos postergados en las cirugías, la diferencia entre la medicina pública de la privada, etc.

Y cuando tenemos la suerte de que todo esto se supere, viene el segundo grupo de factores, los dependientes del paciente, ya que de él depende el consultar o no. Elemento éste muy difícil de controlar, ya que si el paciente no concurre al control o no nos alerta de lo que le apareció, de lo que notó o se dio cuenta que tiene, no se ponen en marcha los mecanismos de diagnóstico. Sería como si en un cuartel de bomberos la persona que atiende los llamados telefónicos no activara la alarma de incendio. Todo el sistema operativo de ese cuartel estaría inutilizado.

En oncología, se ven a diario pacientes con diagnóstico reciente de Cáncer derivados para iniciar un tratamiento. Es muy frecuente que el paciente haya notado la aparición de un nódulo, o palpado un ganglio, o sangrado de su intestino, hace un tiempo…. ya largo; pero el temor a consultar, y sobre todo “el temor a que alguien le confirme que lo que padece es maligno”, lleva a retrasar considerablemente el diagnóstico.

Esta paradoja, de ser una de las enfermedades más temidas de padecer, pero que cuando la sospechamos en nosotros le permitimos que crezca en nuestro cuerpo por el miedo a consultar,  lleva a pensar en los múltiples mecanismos psicológicos de negación, en los que el miedo y la angustia actúan, y que deben influir en el paciente para no acudir a tiempo. Impulsos que se tratan de analizar, comprender  y, obviamente, ver al paciente como una víctima de esos mecanismos de negación.

Nadie pone en duda el tremendo impacto físico, emocional y psicológico;  el descalabro personal, familiar y social que podemos sufrir al enterarnos de que padecemos una enfermedad maligna. El problema pareciera que recién comienza cuando alguien tiene la difícil tarea de informarnos de este diagnóstico, cuando en realidad el problema lleva bastante tiempo dentro de nosotros. Y es este silencio evolutivo que ha elegido la enfermedad oncológica el que muchísimas veces hace que “lleguemos tarde”, pero a veces es el silencio que elige el paciente, sospechando lo que tiene y no consultando prontamente, el que nos marca la evolución y el pronóstico.

El mejor tratamiento que la medicina puede dar hoy a los pacientes oncológicos, está en los Estadios tempranos de la enfermedad. La investigación en farmacología oncológica es abismalmente billonaria, pero aún con esta inversión de los grandes laboratorios de la industria farmacéutica no se logra descifrar un tratamiento acertado, definitivo y que dé un cambio radical a los difíciles pronósticos de los pacientes con cáncer avanzado.

La Cirugía, la Quimioterapia y la Radioterapia son los estándares del tratamiento oncológico de hoy. Su mejor papel lo desarrollan mientras más temprana sea la enfermedad. La única forma de diagnosticar un cáncer es consultando. Y la única forma de diagnosticar un cáncer temprano es haciendo los controles médicos periódicos. Controles ginecológicos -mamografía, papanicoleau-; urológicos -PSA, tacto rectal, ecografía prostática- y gastroenterológicos -endoscopias, etc.-.

Entonces, el propósito de este mensaje es, como les digo a algunos de mis pacientes, … “no le demos más ventaja al cáncer de la que ya nos lleva”…

Si sabemos que el cáncer no suele dar síntomas tempranos, cuando detectamos algo y nos demoramos en acudir al médico, estamos resignando posibilidades terapéuticas que quizá no volvamos a disponer en un futuro.

La única salida viable, es consultar a tiempo, pedir ayuda, asumir nuestra realidad y dar lucha de la mejor manera posible. No sirve el esconder los sentidos a lo que nos sucede.

Dr. Alfredo Occhipinti, Especialista en Oncología Clínica.

  • Hospital T. J. Schestakow
  • Fuesmen San Rafael, Mendoza

Deje su comentario