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Editorial: ¿Público o privado?

En nuestro amado y entrañable pueblo de Chacras algunos particulares están llevando a cabo algunas acciones que lamentablemente dejan de lado el bien común. Veamos qué se entiende por público y qué es lo privado.

PÚBLICO: “Perteneciente a todo el pueblo”// “Común del pueblo o ciudad”

PRIVADO: “ Particular y personal de cada uno” // Del Latín ‘privare’ privar, despojar, propiamente ‘apartar (de algo)’.

Es por todos conocido el fenómeno de la proliferación de barrios privados en Chacras. Estos sitios tienen características especiales ya que son lugares cerrados, con vigilancia propia y accesos restringidos. Y como son ‘privados´ el municipio no debe prestar ningún servicio público, como por ejemplo la recolección de residuos domiciliarios. Hasta aquí todo en orden.  Ahora bien, lo que no se comprende es que algunos particulares pretendan cerrar espacios públicos sin ningún derecho. Valga como ejemplo el Parque las Colinas, que históricamente tuvo sus accesos públicos liberados a cualquier transeúnte. Hoy solo cuenta con una sola entrada, con una casilla para guardia y la barrera baja para no permitir el libre acceso. Nos preguntamos: ¿es público o privado? ¿Por qué si cualquier ciudadano desea pasear por tan bonito sitio debe dar explicaciones a un señor que nos interroga antes de acceder? Otro caso preocupante: en calle Malvinas y Cortaderas  (única vía de comunicación con calle Piedras) ya colocaron una casilla de vigilancia en la vía pública. Así se empieza. Luego viene la barrera de cierre y los interrogatorios a los que por ahí transitan.

Otro caso más: los que se están apropiando del margen del Río Seco, que es propiedad de la Dirección de Hidráulica. Ahí, como si todo fuera de uno, levantan paredones restringiendo el paso. Nuestra soñada ciclo-vía se ve postergada por acciones como ésta.

Años atrás hubo un intento de cerrar y controlar los accesos al ex Barrio Willri. Felizmente, por el firme rechazo de los vecinos se dio marcha atrás.

Seguramente el motivo de estas decisiones extremas -hacer propio lo público- se debe a la gran inseguridad que sufrimos los mendocinos, vivamos en el barrio que sea.  Y esto no es una ‘sensación’, es una realidad. Cada día vivimos con más temores y, muchas veces, todas las precauciones no alcanzan. Pero, de ninguna manera, podemos  confundir lo público con lo privado. Es que si esto sigue así, sin que nadie controle o regule, cualquier grupo de vecinos se creerá con el derecho de limitar el acceso a su barrio con una barrea y un vigilante. La seguridad pública es responsabilidad del Ministerio de Seguridad.

En el Barrio Los Olivos, de Carrodilla,  los vecinos decidieron organizarse, hace varios años, para intentar disminuir los hechos delictivos. La Unión Vecinal alquiló una garita y contrató a personal de la policía para la vigilancia. Hoy, gracias las gestiones de los mismos vecinos, cuentan con un puesto de avanzada a cargo del Ministerio de Seguridad, con agentes de la policía de Mendoza que durante las 24 horas protegen a los vecinos. Cualquier ciudadano tiene libre acceso al populoso barrio pero la vigilancia pública en un sitio público está. Es cuestión de organizarse, de mancomunar esfuerzos y  no actuar egoístamente en detrimento del bien común.

1 Comentar este artculo

  1. Ana Alvarez Dijo:

    Aquí se mezclan algunas cosas pero es muy acertado el comentario y oportuno. La proliferación de barrios privados por un lado, que de no ser regulado, terminarán aislando poblados en medio de hectáreas antes eran dedicadas a cultivos; la interrumpción de accesos y desplazamiento fluido por el territorio.
    Por otro lado, el tema de la seguridad es un tema del Estado que debe resolver a tal punto que no crezca en el inconsciente de la clase media la idea de que solo perteneciendo a poblaciones feudales estarán a savo. Es un contrasentido para la evolución social de cualquier lugar, provincia, país el amurallamiento como única opción de defensa. Aísla, descontextualiza, confunde, discrimina, impide el crecimiento empático de una sociedad más educada en la diversidad y por tanto en la autogestión de herramientas para una convivencia saludable.

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