El 18 de septiembre nuestro vecino, el poeta chacrense Roberto Olaf Guldberg, cumplió 50 años. Para festejarlo, su madre, Inés, quiso sorprenderlo y le organizó un regalo muy especial: la presentación de sus poemas y fotografías a familiares y amigos en la intimidad de la Biblioteca Popular.

Por Guri Salgado

Hernán Cruz leyendo a Olaf.

Fue así que al sábado siguiente, el 22 de setiembre, los poemas seleccionados “Hay cosas que comienzo a amar. . . .” quedaron formalmente presentados en sociedad.

Ante una atenta concurrencia su amigo, el talentoso actor Hernán Cruz  leyó varios de los trabajos del autor, emocionando a todos, explicando la profundidad y el sentimiento que expresa nuestro artesano de las palabras:

“Hay cambios en mi

que no controlar,

caminos que no puedo

esquivar,

desiertos imposibles

de cruzar,

pensamientos que no puedo

evitar…..”

Otro vecino y fundamental socio de  la biblio, Raúl Gómez, tuvo la genial idea de preparar un cuadernillo con una selección de los poemas para entregar a  los presentes y para dejar en la Biblioteca.

El evento cultural estuvo envuelto en la impronta de la emoción, en el sentimiento con que Guldberg pinta su mundo, sus cambios, ese proceso inevitable de la Entropía que nos gobierna a todos, en todo momento, en todo lugar.  La pasión y la fuerza es el punto, es la herramienta que le  permite pintar el mundo, su existencia, vivida como camino y travesía, hacia aquello que lo lleva hacia lo inevitable, lo irreversible.

Y así se armó este incomparable festejo de cumpleaños, entre el afecto de sus familiares, amigos y sus primeras maestras, Dorita Spezia, Marta Gómez y Chela Cocucci, que finalmente trastocó en agradecimiento a la vida, y en el que no faltaron, obviamente como buen festejo de cumpleaños, la torta, el champagñe y las velitas. Y, como invitada especial, la poesía.