Imágenes paganas

En el Barrio Cordón del Plata no hay ánimo para denuncia ni mucho menos para alentar un conflicto entre vecinos. Pero eso sí, al menos un grupo de vecinos ha planteado públicamente su desacuerdo con la instalación una gruta para la Virgen de Schoenstatt en el espacio público de la plaza, con el aval del Municipio.

Por María Eva Guevara

Según explicó a Correveidile Marisa Garnica, -previo a la asunción de la nueva gestión municipal- ha sido fruto de una política que la Dirección de Obras Públicas se encargue de este tipo de obras ya que son de interés municipal –en barrios pero también en senderos como el Paseo de las Advocaciones- y se procede de acuerdo a la petición de los vecinos.

No es el caso de la plaza del Barrio Cordón del Plata. Si bien, la Unión Vecinal lo solicitó formalmente, en el barrio coexisten diversidad de creencias y prácticas religiosas: evangelistas, mormones, testigos de Jehová, católicos, protestantes, espiritualidad andina, budistas y agnósticos, por lo que si durante este tiempo ha prevalecido el vínculo entre vecinos es porque se ha respetado y cuidado al otro en todas sus dimensiones.

Es en honor a esa convivencia que un grupo de vecinos elevó una nota al Intendente recordando el precedente del anterior párroco de Chacras de Coria, el padre Juan Carlos Vignolli, quien frente a una situación semejante, atendió a esta circunstancia de la diversidad de credos y opinó que si para la religión católica la Virgen representaba unidad, y a cambio sólo generaba desunión, no podía instalarse en la plaza.

Algunos concejales se han comprometido con una respuesta institucional por este caso que rompe un pacto tácito entre vecinos. Ya se han interiorizado del malestar Pablo Giaquinta y Alfredo Sconfienza, pero falta la opinión del Ejecutivo Municipal –a cargo por ese entonces de Omar Parisi- que no contestó la petición de los vecinos mientras la gruta recién se estaba construyendo. Ahora que la Virgen ya es parte de esa plaza

donde se realizan diversos talleres recreativos y festejos comunitarios, lo más probable es que se pase a proponer un mural u otra simbología que recuerde lo que es la plaza: un espacio para todos.