Amigos

El 20 de mayo, se fue la querida vecina María Cristina Piccione, la popular Kika, que bien supo llenarnos el corazón de alegría con su desparpajo, espontaneidad y buena onda. Al pasar por la puerta de su casa en calle Aguinaga, nadie escapaba al chiste o la broma que disparaba sin censuras desde su reino doméstico. Esa esquina ya no es la misma, algo falta irremediablemente ahora, y es la certeza del júbilo que el encuentro con la Kika significaba. Seguramente ahora será San Pedro el blanco de sus chistes, quien estará feliz de tenerla a su lado.

Amiga del alma

No puedo recordarte con tristeza, donde vos estabas reinaba la alegría.

Te voy a recordar por cada palabra de aliento que me diste cuando estaba mal, por cada sonrisa que me sacaste cuando quería llorar. Gracias por elegirme tu amiga.

Amiga del alma, te voy a extrañar.

Chau, después nos vemos…

Silvia Aveiro

Se nos fue la “la alegría de los ojos de cielo”. Pero estés donde estés, siempre estarás en mi corazón.

Érika

El Cielo lloró todo el día, las gotas de impotencia caían  en demasía.

Abrazos, llantos, que se veían desde el cielo en forma de despedida, haciéndonos recordar tus momentos, tus brazos, tus sonrisas, tus chistes.

Acá quedó un grupo incompleto. Pero sabemos lo especial que eras tratando de salir y gritando a todo el mundo que “no lloren por mí”.

Cecilia y Patricia.

Dos semanas antes que la internaran la ví en su casa. Primero –como siempre- me preguntó por mi familia y ahí ví sus ojos llenos de tristeza. Me dijo que estaba muy deprimida, por primera vez en la vida. Yo pensé: “Kika bajó los brazos, no quiere vivir más”. Hoy lo lamentamos y la extrañamos.

Wana Pegorín

Todos los que pudimos encontrar su verdadero ser, aprendimos a quererla. Había que atravesar una barrera casi infranqueable para llegar a ella. Era eficaz para ocultar tanta bondad. Te ponía a prueba y, si la pasabas, te encontrabas con una amiga leal, cariñosa, solidaria, que va a ser muy difícil de olvidar.

Kika, fuiste muy importante para tu familia y para todos los que tuvimos la inmensa alegría de conocerte.

Chachi Armani

Amiga incondicional. Siempre te quise como una hermana y te recordaré como tal. Fuiste mi apoyo en mis momentos difíciles, siempre te recordaré con mucho cariño, por buena y por tener ese corazón tan grande y desinteresado.

Extrañaré tus cuentos y chistes tan graciosos, salgo a la puerta y te veo, alegre y dicharachera. Te extraño. Siempre te recordaré.

Seguramente estás con Dios y desde allá sabés que lo que te digo es verdad.

Hasta siempre “Amiga”.

Jorge