Ya a la entrada nos recibe una gran escultura en hierro oxidado de la Catrina,
Una vez adentro, hay que respirar hondo para recibir el impacto de tanta belleza, color y texturas. De tanta expresión hecha objeto. Casi se puede imaginar en cada pieza los caminos, ríos y mares recorridos para llegar a ella.
Desde los aguayos guatemaltecos, pasando por los tapices andinos en telar o la cerámica mejicana, sin olvidar la alpaca argentina y las prendas elaboradas con fibras naturales, parecieran empeñarse en mostrar entre todos la síntesis de la sapiencia de los artesanos de toda América.
Es posible adquirir un bello regalo desde $5, pero con la suficiente cuota de personalidad como para no pasar desapercibido. El lugar está plagado de objetos diferentes, llenos de espíritu y hechos a mano a partir de buenos materiales.
Siempre incorporando objetos y obras nuevas, ahora es el turno de la cerámica Talavera en Ayllú. Traída desde Méjico, este cerámica nació a semejanza de la española, y pronto se popularizó en toda Centroamérica. Se trata de piezas de loza y azulejo vidriado y esmaltado, en la que la utilidad y la belleza se funden al punto tal que cada una de ellas puede cumplir por igual su destino utilitario y estético a la vez.
Piezas del arte popular, artículos de uso cotidiano y objetos con personalidad para casas que traducen a través de sus detalles el placer de sus moradores por el hogar.
Guatemala tiene un rincón especial. Allí almohadones y caminos bordados en seda, bolsos y carteras, fajas y pequeñas artesanías resaltan a puro color.
En lo alto brillan las estrellas de metal, traídas también desde Méjico.
Tinajas, cazos y ollas, o animales de grandes dimensiones, realizados en metal oxidado para sorprender en terrazas o jardines.
Tapices peruanos en lana pura teñida con tinturas naturales.
Espejos en cuero y alpaca
Grandes jarrones de cerámica para exteriores o interiores.
Los objetos de alpaca realizados en nuestro país